Beneficios de la hidroterapia
- FisioCare Xalapa
- 11 jun 2018
- 2 Min. de lectura
La hidroterapia es una terapia en la que el agua es el principal elemento terapéutico y se aplica en personas de cualquier edad para tratar y paliar algunas de sus enfermedades. Este tratamiento lo lleva a cabo un profesional de fisioterapia en piscinas de poca profundidad.
¿Qué es la hidroterapia?
La hidroterapia es el uso del agua con fines terapeuticos. Esta forma de fisioterapia sirve para tratar diferentes enfermedades, lesiones y trastornos. Es recomendable utilizar este método para paliar y tratar patologías a nivel traumatológico, neurológico, reumatológico y post-cirugía.
FisioCare utiliza la hidroterapia en las piscinas de sus instalaciones para completar su tratamiento de rehabilitacion. Generalmente estas piscinas no tienen grandes profundidades, ya que hacer pie facilita el trabajo del fisioterapeuta, que es la persona capacitada para ejercer el trabajo fisioterapéutico, pues el conocimiento que posee y aplica en los ejercicios, influye directamente en la mejora de su calidad de vida.
Esta terapia es muy beneficiosa ya que al realizarse en un medio acuático, la gravedad disminuye. Este hecho facilita y contribuye a mejorar la movilidad a personas con alteraciones físicas (traumatológicas, reumatológicas, neurológicas) que han perdido parte de su capacidad motriz.
Principales beneficios de la hidroterapia
Los principales beneficios que otorga este trabajo fisioterapéutico son:
Mejora de la circulación vascular
Estimulación del sistema inmunitario
Mejora de la tonificación muscular
Mejora el estado de ánimo
Mejora la respiración
Contribuye a la socialización.
Es una actividad que además de ser entretenida y saludable, se puede aplicar en todos los rangos de edad.
Para quién es aconsejable la hidroterapia
El uso de esta terapia en personas mayores es habitual sobre todo en pacientes con enfermedades relacionadas con su capacidad motora, lesiones producidas por el desgaste articular o trastornos que afecten a su movilidad.
Las personas con enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, pueden mejorar con dicho tratamiento. Esta enfermedad afecta a la rigidez muscular, a la coordinación, al equilibrio e incluso al movimiento de andar. Con la fisioterapia acuática se pueden mejorar estos déficits físicos.
La hidroterapia también tiene algunas contraindicaciones, entre las que cabes destacar las enfermedades cardiopulmonares graves, la incontinencia de esfínteres y los procesos infecciosos, entre otras.
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